Nace en el Tocuyo en el 20 de julio del año 1.889 , poeta y periodista, educador, Fue profesor y director del colegio Nacional de El Tocuyo, Director - Fundador de La Quincena Literaria ( El Tocuyo )
Estudios, monografias y ensayos , Discurso en la inauguración de la estatua de Don Egidio Montesinos ( 1925 ) Diego Labarta o El Noveloide ( 1939 )
Obras Completas: Obras en prosas y en verso ( 1974 )
Obras Poéticas: La Lampara Enigmática( poesías Escogidas ) 1925, La Canción del Trigo ( 1926 ), De " El yermo de los extravíos" ( 1927 ), La Ciudad de Los Lagos Verdes ( 1927, 1987, Glosas y poemas en prosa ) La tristeza del sábado y otros Poema ( 1945 ), Motivos y Oraciones ( 1946 ), La lampara enigmática y otros poemas ( 1951 ), Pequeña Antología( 1964 )
Nació en El Tocuyo actual capital del Municipio Autónomo Morán del estado Lara el 20 de julio del año 1.889. Aun cuando su labor intelectual, estuvo centrada en los oficios relativos al arte, la literatura, poesía, docencia y el periodismo, esta importante figura del pensamiento universal venezolano, se puede definir como un filósofo, que supo manejar el arte del pensamiento para profundizar en la búsqueda de la comprensión del mundo para así explicar la razón de existencia del ser y específicamente el hombre que puebla esta parte del continente.
Proveniente de una honorable familia de origen tocuyano, el poeta Roberto Montesinos fue hijo del médico Egidio Montesinos Agüero y de la señora Antonia Garmendia, contrajo matrimonio con la señora Rosa María Yánez de Montesinos siendo sus hijos Néstor, Mercedes y Diosdada Montesinos, Teresa, Carmen y Clemencia Yépez. Evidentemente que su formación estuvo influenciada por la profunda devoción por las ciencias profesadas por su abuelo paterno el maestro Egidio Montesinos Canelón, precursor del más avanzado pensamiento educativo en esta región del país.
Las ideas de este personaje venezolano del siglo XX están enmarcadas por un rechazo al autoritarismo dictatorial gomencista que gobernó en las tres primeras décadas del siglo XX en Venezuela, razón por la cual fue detenido y confinado a prisión junto a otros jóvenes que se oponían a la tiranía.
Se destacó como miembro del movimiento cultural “El Tonel de Diógenes” fundado por el poeta Pío Tamayo, Alcides Losada, Rafael Guédez, entre otros. De allí su pensamiento antilatifundista, expresado en su poema “Canto a la Luna” publicado en su obra La Lámpara Enigmática, donde deja constancia de su compromiso humanista, profesando su convicción por la necesidad de conquistar un mundo basado en la democracia que permitiera la igualdad de los hombres.
Su labor en el campo de la pedagogía y la docencia se destaca en las cátedras que ejerce como profesor de Historia Universal, Geografía y Mineralogía; por su manejo autodidacta de los idiomas Francés, Latín y Árabe, lo cual le permite ejercer como profesor de estas lenguas. Fue además Director de las siguientes Instituciones: Colegio Federal de Barcelona y San Felipe, Liceo Eduardo Blanco de El Tocuyo y Lisandro Alvarado de Barquisimeto.
Entre sus obras más importantes destacan: La Lámpara Enigmática publicada en 1.925 y prologada por el Doctor Lisandro Alvarado, quien destaca los elementos Modernistas y de Vanguardia presente en la obra de Montesinos. Los Lagos Verdes (prosa 1.928) trabajo dedicado a su ciudad natal, referencia metafórica que ha sido adoptada como segundo nombre de la Ciudad de El Tocuyo. Fue traductor al castellano de importantes obras de la literatura europea.
Es quizás uno de los más importantes periodistas de la entidad, destacándose su labor en el campo de la comunicación social como redactor del periódico El Heraldo de Barquisimeto, fundador de la Quincena Literaria de El Tocuyo, articulista de los periódicos nacionales El Fantoche, El Nacional, El Universal, El Impulso así como también de publicaciones internacionales.
Fue propuesto en varias oportunidades para representar a Venezuela en el exterior como cónsul o embajador; cargos que no aceptó para dedicarse a su verdadera pasión: La escritura y la cátedra.
La casa de Roberto Montesinos aún se encuentra en pie, como fiel testigo de los tiempos, resistiendo incluso el sismo que sacudió a la ciudad en 1950, está ubicada en la calle Sucre II cerca de la plaza Santa Ana, allí, su amada Rosa Margarita Yánez de Montesinos se encarga de cuidar celosamente su recuerdo que aún deambula por el barrio Santa Ana. Desde donde, este hombre ejemplar, supo proyectar al mundo sus pensamientos y filosofía. Muere en El Tocuyo un 13 de octubre de 1.953
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